Quién fuéra a pensar que la meta alcanzada por la mujer contemporánea, esa meta que empezó con la emancipación de la mujer, culminaría en la posesión de las bolsas mas caras, un trabajo, un departamento y un hombre. ¿Cómo llegamos a esto? ¿Acaso las mujeres de mediados del siglo veinte que comenzaron la teoría de la liberación femenina, lograron sus metas con los "paraísos de las compras" en los centros comerciales, los pendientes carísimos de conejo de playboy, las camionetas de moda en las ciudades pobres de México?
La verdad mas áspera la podemos ver en nuestra propia ciudad, mujeres tontas, completamente absorbidas por el consumismo, donde los únicos logros que pueden concebir es tener un sueldo cada vez mas grande, tener su negocio propio, tener un cuerpo que luzca con toda la ropa que compran al mes, o el fin mas grande, tener un hombre que les proporcione lo anterior.
Las mujeres mas importantes de la historia mexicana se verían totalmente fuera de lugar en esta nueva escala social femenina, donde se confunde la calle con una pasarela, se ve el cuerpo como un satisfactor visual, la ropa como el valor de su ser, los hombres como trofeos y sobre todo, se confunde el poder con la autosuficiencia económica, y no se dan cuenta que ese consumismo va "consumiendo" su propia identidad y autosatisfacción, por que jamás es suficiente para alcanzar ni el primer peldaño de espiritualidad o felicidad, y se conforman con un patético positivismo prefabricado.
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